viernes, 20 de noviembre de 2015

Primeros muertos por la tortura

Catala (1969) se refiere a los primeros muertos por la tortura característica de esta dictadura.
Socorro Cabrera fue víctima de la cobarde vileza de quienes el 21 de octubre lo asesinaron fríamente en Villa Zoila. Tamayo Suárez, Gámez Calcaño y otros más fueron los refinados verdugos que dirigieron la alevosa perpetración de esas torturas. Socorro Cabrera, un hombre del pueblo, recibió planazos, bayonetazos, de manos del grupo de oficiales que cumplieron la criminal venganza. De Villa Zoila, sangrando, agónico, fue llevado al Hospital Vargas, y allí entró en agonía lenta, hasta meses después cuando falleció. Su cadáver fue llevado en silencio doloroso al Cementerio de Caracas, sin la compañía de sus familiares.
Marcial Morales fue asesinado en Maracaibo. Largos días de torturas golpes, vejámenes físicos, plan y palos agotaron aquella existencia. Cuando su salud entró en crisis, fue enviado un m'edico a reconocerlo, el doctor Leonardi, quien recetó cínicamente "unas cucharadas". Murió Morales en el abandono más absoluto, sin más compañía que sus carceleros, sin otro alivio que la cerril prohibición de sus secuestradores que le pedían que muriese en silencio, sin protestar.

Otros muertos anónimos han sido sepultados por la dictadura. En Falcón pereció un compañero, obrero petrolero, en manos de los torturadores. Y en Anzoátegui y Monagas, durante la persecución posterior al 12 de octubre de 1951, fueron acribillados por la guardia nacional humildes hijos del pueblo, cuyos nombres se desconocen. (p. 80)




 Catala J. (1969).  La Denuncia, crímenes y torturas en el régimen de Marcos Pérez Jiménez. Caracas, Venezuela.

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