En este sentido, se hace referencia a la aplicación de torturas durante
el régimen.
Las
torturas son aplicadas por un grupo de agentes de Seguridad Nacional que
reciben instrucciones directas de Pedro Estrada y de Ulises Ortega, en Caracas,
y de Miguel Sanz, en Maracaibo. El procedimiento es el siguiente: desnudan al
detenido, le colocan esposas en las muñecas y luego lo flagelan y planean o le
aplican cables eléctricos hasta arrancarles confesión; quienes se niegan a
declarar son mantenidos de pie durante uno, dos o más días, desnudos, sin
alimentación. Al cabo de ese suplicio muchos han sufrido desmayos y síncopes,
momento en el cual intervienen nuevamente los agentes para golpear a los
torturados. Cuando los presos recobran el conocimiento, son tendidos sobre
bloques de hielo y así acosados por preguntas para arrancarles confesiones.
Bajo este tormento, muchos ciudadanos han dado declaraciones falsas para
librarse del suplicio, lo que ocasiona nuevas detenciones. De esta manera ha habido largas cadenas de detenciones, como
sucedió cuando el ciudadano Odilio Torcat fue sometido a torturas continuas
durante veinte días, citándosele nombres de personas escogidas caprichosamente
por los interrogadores para realizar nuevas detenciones. Todos los torturados
son mantenidos después bajo rigurosa incomunicación, sin permitírseles visitas,
vigilados y fiscalizados en todos sus movimientos. La mayoría son condenados a
largo cautiverio e incomunicación, para cortar la divulgación de los
monstruosos atentados. Cuantos reclamos y gestiones han sido hechos por ante
autoridades de Seguridad Nacional para poner cese a esta bárbara práctica, han
sido inútiles. Pedro Estrada responde invariablemente diciendo: Son órdenes
expresas que me han dado los militares. Estos no son presos de la Seguridad
Nacional sino del Ministerio de la Defensa. (Catala,
1969, p.73 - 74)
Catala J. (1969). La Denuncia, crímenes y torturas en el régimen de Marcos Pérez Jiménez. Caracas, Venezuela.
Catala J. (1969). La Denuncia, crímenes y torturas en el régimen de Marcos Pérez Jiménez. Caracas, Venezuela.
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